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ADAPTACIÓN: "Todo tipo de plumas"

Había una vez hace muchos años en una lejana selva la tribu de los Macorí. El líder de la tribu y su esposa, que eran jóvenes, guapos y ricos, eran muy muy felices pero había una cosa que enturbiaba su felicidad: y es que todavía no habían tenido hijos. Desde que se casaron quisieron tener hijos pero Dios no los mandaba. Fueron pasando los años hasta que un día la esposa del líder le dijo a este que estaba embarazada por lo que se pusieron muy contentos.
En un principio preferían que el bebe fuese niño pero como tenían tantas ganas les daba un poco igual que fuese niña, y efectivamente a los 9 meses la esposa del líder dio a luz y tuvo una niña preciosa con un pelo negro azabache muy muy bonito. La esposa del líder que era una mujer realmente bella decía que la niña se parecía al padre, pero éste decía que no, que se parecía a la madre. Dos días después del parto la esposa seguía sangrando y, debido a la época, cada vez estaba más y más débil, asique el líder mando llamar al curandero, y éste le dijo que su esposa se iba a morir y que debía despedirse de ella. El líder de la tribu muy triste, ya que adoraba a su mujer, fue a despedirse de ella, y su esposa le dijo: “no te preocupes que tienes a nuestra hija que te va a recordar siempre a mí y tienes que cuidarla y ser feliz por ella, y además tienes que volver a casarte para tener un heredero y darle hermanos a nuestra hija, pero sólo te voy a poner una condición: que cuando te cases lo hagas con una mujer más bella que yo”. El líder de la tribu se lo prometió en su lecho de muerte y al poco tiempo su mujer murió.
El líder de la tribu se pasó una temporada muy triste y casi no le hacía caso a su hija porque solo pensaba en su mujer, pero con el paso del tiempo fue aceptando la pérdida de su esposa y se empezó a dedicar en cuerpo y alma a su hija, y a medida que la niña crecía el padre se dio cuenta de que tenía razón y que su hija se parecía a su madre. Era muy guapa y muy bella y tenía una melena negra impresionantemente bonita, como la de su madre, además era muy divertida y simpática con todo el mundo. El líder de la tribu no pensó en volver a casarse pero sus consejeros se lo aconsejaron para buscar un heredero al trono, asique, sin ganas, el líder acepto y les pidió que buscasen mujeres por todas las tribus de la selva, pero que recordasen que tenían que ser más bellas que su esposa. Al día siguiente, los consejeros le empezaron a enseñar retratos de las mujeres más bellas que encontraron, pero ninguna era más bella que su esposa. El rey desesperado al no encontrar a ninguna mujer más bella que su mujer y no poder cumplir con la promesa que le hizo a su esposa, se dio cuenta que su hija se hacía mayor y que cada vez era más y más bella. Un día comiendo con su hija le empezó a comentar lo bella que se estaba volviendo, que ya casi era más bella incluso que su madre, y le comento que había buscado una mujer para casarse pero que ninguna era más bella que su madre, por lo que había llegado a la conclusión de que se tenía que casar con ella porque era la mujer más bella. La hija le dijo entonces que sólo se casaría con él si le regalaba una capa con las plumas de los pájaros más bonitos de todo el mundo. Pensando que con el tiempo que tardaría en conseguir todas las plumas, se le ólvidaría semejante idea.
 A los dos años el líder de la tribu fue a ver a su hija con la capa de plumas más bonita, mas colorida y más exótica que jamás se había hecho, y ésta, que pensaba que con el paso del tiempo se le iba a olvidar a su padre lo de casarse, se quedó muy angustiada. A partir de ahí la vida de la hija del líder de la tribu cambió mucho hasta tal punto que cada vez que alguien le preguntaba como se llamaba, ésta les decía que se llamaba “todo tipo de plumas”. Todo tipo de plumas se dedicaba a caminar de noche y descansar de día sin un rumbo fijo con el único objetivo de escapar de su padre. Al mes de estar escondiéndose en la selva oyó ruidos de caza y se escondió asustada en un árbol con la mala suerte de que los jabalies la descubrieron, asique llegó un joven que la ofreció ayuda y comida y la llevó a su tribu. Ya en la tribu todo tipo de plumas se vestía como una mujer más y lo único que escondía era su inconfundible y precioso pelo negro para que nadie la descubriese. Todo tipo de plumas se dedicaba a preparar la comida con las demás mujeres, pero ella lo que quería era conocer la selva, vivir aventuras... por lo que estaba muy triste en quella nueva situación.
Decidió entonces salir cada día a conocer un poquito más de aquel lugar tan impresionante dónde vivía. Hasta que un dia se encontró con el joven hijo del líder, en medio de la selva, el joven al ver aquella melena tan bonita moverse a la vez que el viento, quedó prendado de ella, piediéndola en ese mismo instante que se casara con ella.
Todo tipo de plumas le respondió que jamás se casaría, porque no quería quedarse siempre al cuidado de los demás en una tribu. Sorprendentemente el joven, se dió la vuelta y se marchó a la tribu sin mediar una sóla palabra más. Cuando todo tipo de plumas llegó de nuevo a la tribu, se metió en su tienda de campaña y se dispuso a dormir. Al caer la noche, de repente alguien entró en su tienda y cuando Todo tipo de plumas estaba a punto de chillar, el joven le tapó la boca y la dijo que se marcharan de allí, que se fueran juntos a conocer sus tierras, a vivir aventuras y a formar una familia lejos de todos.Todo tipo de plumas no pudo resistir la emoción y juntos partieron en busca de una vida diferente, pero al fin y al cabo la que ellos y sólo ellos querian.

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1 comentarios:

Irune Labajo dijo...

Justo has dejado el tema del incesto... inadmisible para infantil...

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